Los consumidores y ‘la nueva normalidad’
Nuestro modo de relacionarnos ha cambiado drásticamente en los dos últimos años. Ahora nuestra manera de interactuar, no solo entre nosotros, sino también con el mercado y el consumo ha variado, obligando a que las tendencias previstas para dentro de unos años se precipitasen y llegasen antes de los esperado. Es por ello que ahora los consumidores tienden a ser más cuidadosos con sus compras, apostando por el compromiso con el medio ambiente y la sociedad, así como por el mundo sostenible y digital, buscando no perder la experiencia del consumo fuera de la pantalla.
Hace dos años la vida a la que estábamos acostumbrados se pausó. La pandemia provocada por la Covid 19 hizo que de la noche a la mañana nuestro día a día se viera modificado por completo, obligándonos a adaptarnos a una nueva forma de vida llamada ‘la nueva normalidad’. Con ella tuvimos que reajustar nuestra manera de relacionarnos, de trabajar y, como no podía ser de otra forma, la manera en la que consumimos y nos comportamos como consumidores.
De este modo, en los últimos meses se han creado una serie de tendencias que, como refleja TOTEM Branding en un estudio de consumo, marcan las pautas más relevantes de los consumidores y la ‘nueva normalidad’.
Según dicho estudio, en la actualidad nos encontramos un consumidor mucho más consciente y detallista, un consumidor que se ha vuelto más observador y que ha pasado de consumir de forma más compulsiva a hacerlo de manera más consciente, comprando menos pero mejor. Es por este nuevo estilo de ‘comprar mejor’, que los consumidores no se dedican única y exclusivamente a comprar productos, sino que ahora tienden a comprar marcas y/o creencias, identificándose más con lo que compran.
Esta tendencia se relaciona directamente con que ahora nos encontramos con consumidores que buscan marcas comprometidas con el medio ambiente y la sociedad, que a la hora de elaborar sus productos sean mucho más responsables y comprometidos con el entorno, tratando de contribuir a la mejora del planeta y las sociedades. Es por esto que también nos encontramos con la tendencia entre los consumidores de esta ‘nueva normalidad’ con una característica nueva: ahora el comprador busca marcas que favorezcan la sostenibilidad y traten de fomentar la digitalización, ayudando a facilitar procesos, y vincularlo directamente con la tendencia de buscar empresas pro medio ambiente.
Al mismo tiempo, el nuevo consumidor es más cuidadoso con las empresas a las que compra. La ‘nueva normalidad’ ha traído consigo un usuario más analista, que se preocupa por consumir a empresas transparentes, honestas, comprometidas, en las que puedan confiar y que demuestren interés humano más allá del producto. Es por todo esto que ahora el consumidor es un consumidor mucho más consciente y comprometido y, como comentamos anteriormente, mucho más sensato a la hora de consumir. Es por ello que encontramos consumidores que buscan acciones determinadas y no algo futurible, intangible y que de poca seguridad de éxito a la hora de consumir.
La pandemia también ha provocado una grave crisis en el comercio local. Las pequeñas tiendas, fruto de los cierres temporales y los problemas económicos generados por esto, han visto peligrar sus negocios. Esta situación ha propiciado que el consumidor trate, más que nunca, de favorecer y apoyar a las tiendas locales, tratando de consumir todo lo posible en ellas antes que en las grandes superficies.
Fruto de esto nos encontramos con consumidores que buscan unificar el mundo on line y off line, quedándose con lo mejor de los dos y buscando así una experiencia de compra nueva y única. Ahora el consumidor busca potenciar el consumo digital pero sin perder la experiencia que da el poder lleva a cabo el consumo ‘de toda la vida’.
‘La nueva normalidad’ ha traído consigo nuevos hábitos y tendencias que, en muchas ocasiones, conviven con aquellas que llevábamos años poniendo en práctica, pero que en otras buscan mejorar el papel del usuario o consumidor, haciendo que este sea una parte principal y protagonista del proceso y no alguien que simplemente compra, sin detenerse a pensar si aquello que compra o a quien se lo compra es más que una fuente de suministros. La pandemia ha precipitado cambios y mejoras que de otro modo puede que hubieran tardado años en llegar, pero ahora que han llegado, lo han hecho para quedarse y los comercios y empresas han de adaptarse a ellos si no quieren verse abocados al desfase.